Mujeres, ¿Qué tal si avanzamos en red?
Una reflexión acerca del «Síndrome de la Abeja Reina»
Recuerdo la primera vez que escuché sobre el «Síndrome de la Abeja Reina» (SAR). Para mí fue como si me contaran una historia de ficción, no podía creer que esto ocurriera, archivé la información en mi cabeza y me propuse nunca convertirme en una de ellas cuando empezara a ascender en mi carrera. Con el tiempo me di cuenta que de ficción no tenía nada y presenciarlo en la vida real era como ver una película de terror.
El SAR se viene trabajando desde los 70´s y surge a partir de la comprensión de la dinámica de relaciones que se construían entre las mujeres que llegaban a posiciones de Liderazgo y aquellas que también estaban en la organización y convivían con estas “Líderes”. Algunas de las características* que describen este síndrome son:
- Las líderes que presentan SAR, tienden a sentir que las otras mujeres que vienen en el camino son una amenaza directa.
- Tienden a devaluar la gestión de las otras y a ser más exigentes y críticas con ellas que con sus colegas masculinos.
- Se muestran menos solidarias y comprensivas con la situación de otras mujeres, especialmente con temas reconocidos como femeninos (Ej. la maternidad y la ciclicidad).
- Tienden a promover y sostener las prácticas culturales de logro de resultados desde el individualismo.
- Desconfían y promueven poco el Netwoking con otras mujeres.
- Tienden a sentirse y proyectarse como una “súper mujer” que alcanza los resultados de manera individual.
Te comparto que sigo leyendo esos indicadores y me sorprende que aún nos pase esto en las organizaciones, pero estoy convencida que es tiempo de transformarlo y esta es una de las razones por las que decidí escribir este artículo. ¿Cómo fortalecer como mujeres nuestro liderazgo avanzando en red con otras?
A continuación, les propongo cuatro prácticas que vengo trabajando y que me han permitido no solo avanzar construyendo Red sino, además, me han permitido abrir espacio para aprender y colaborar con otras mujeres que desde su diferencia nutren de manera significativa mi camino.
Hacer consciencia de los sesgos que tenemos y se manifiestan en el lenguaje cotidiano. Aquí te comparto algunos ejemplos de estas expresiones:
Trabajar con mujeres es complicado y peligroso.
Las mujeres son muy hormonales y poco predecibles.
Es mejor rodearse de hombres. Son más leales y prácticos.
Entre menos mujeres en el equipo mejor.
2. Promueve el Networking con mujeres de diferentes niveles y sectores, esto te permite ampliar tu red y forjar un estilo de liderazgo cada vez más diverso e inclusivo. Porque tu camino haya sido solitario hasta aquí, no tiene por qué seguir siéndolo.
3. Trabaja en la integración de tu Ser Mujer y Ser Líder. Para esto, empieza por aceptar tus diferentes dimensiones/roles e identifica si hay algún aspecto que aún te cuesta incorporar para ser más integral y poder conectar con las otras mujeres.
4. Auto-observación. ¿Qué características tienen esas mujeres con las que no logras conectar? ¿Encuentras alguna característica común que rechazas? Si es así, ¿qué te dice esto de ti misma?
¡Te dejo esta reflexión con la puerta abierta para que conectemos! Estaré feliz de tomarnos un café virtual. Agradezco profundamente a todas las mujeres maravillosas con las que he tejido red y me han enseñado el valor de caminar juntas. Hoy más que nunca, estoy comprometida con seguir ampliando el camino y la consciencia, para que cada vez podamos ser más auténticas, estar más conectadas y vivamos felices tejiendo redes que nos permitan transformar la realidad.
Un abrazo
Caro Góngora🌱
*Características recopiladas de la tesis doctoral de García Velasco, O. (2013) “El síndrome de la abeja Reina” Universidad Complutense de Madrid. Madrid, España
Me ha encantado. Seguro comenzar a ser conscientes se la existencia de este tipo de comportamientos es el primero paso para la construcción de relaciones más saludables, tanto con mujeres como con hombres